El uso de plástico reciclado en la industria alimentaria solo es posible bajo unas estrictas normas que vienen marcadas por las directivas europeas. Estas exigen:
- Que los materiales de origen fueran exclusivamente plásticos alimentarios
- Que el proceso de reciclado esté perfectamente controlado
A pesar de la dificultad, apostar por plásticos reciclados y por la economía circular se está demostrando como un aporte sustancial a los intangibles de las empresas y el valor de sus marcas.